No Esperes al 100%: El Momento de Intentarlo es Ahora
- Luis Montemayor Inspire

- 13 ago
- 2 Min. de lectura
Muchas veces escuchamos esa frase: “Voy a esperar a estar 100% listo antes de comenzar”. Parece lógica, incluso prudente. Sin embargo, si lo analizamos, la realidad es que nunca vamos a estar completamente preparados. Siempre habrá un detalle por mejorar, un conocimiento que adquirir o una circunstancia que afinar.
El problema es que mientras esperas ese “momento perfecto”, alguien más, con menos preparación que tú, ya se lanzó. Y aunque no lo tenga todo resuelto, está aprendiendo, corrigiendo y avanzando… mientras tú sigues afinando la idea en tu mente.
La ilusión del momento perfecto
El momento perfecto es un espejismo. Si te detienes a pensar, las grandes ideas, negocios o proyectos que hoy admiramos no comenzaron con un manual completo ni con todas las respuestas claras. Comenzaron con lo que tenían en ese momento y con la decisión de dar el primer paso.
Si estás al 70%, al 50% o incluso menos… ¡lánzate! No porque sea fácil, sino porque la experiencia real es el mejor maestro. Lo que hoy desconoces, lo aprenderás en el camino. Lo que hoy te da miedo, mañana será rutina.
La importancia de la acción sobre la perfección
La diferencia entre las personas que logran sus metas y las que no, no está en su preparación inicial, sino en su disposición a intentarlo una y otra vez. Cada intento, incluso el fallido, te acerca más a la versión de ti que quieres ser.
• Esperar demasiado: te deja en el mismo lugar, mirando cómo otros avanzan.
• Actuar con lo que tienes: te permite mejorar sobre la marcha, ganar experiencia y adaptarte a la realidad.
Aprender haciendo
Hay lecciones que no están en libros ni en cursos. Se aprenden cometiendo errores, resolviendo problemas reales y enfrentando situaciones que no esperabas. Cada paso que das, aunque no sea perfecto, te coloca más cerca de tu objetivo.
No se trata de lanzarte sin pensar, sino de entender que la acción es la que genera el progreso.
Reflexión final
No esperes a sentirte completamente listo para ir tras lo que sueñas. El tiempo pasa, las oportunidades cambian y el miedo crece si lo alimentas con inacción.
Prepárate lo mejor que puedas… y hazlo. Corrige, ajusta y sigue adelante. Al final, te darás cuenta de que lo más difícil no era aprender lo que no sabías, sino atreverte a dar el primer paso.






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